Perspectivas de los impuestos sobre la riqueza por César Martínez Sánchez (5/2016). “El Impuesto sobre el Patrimonio puede ser una buena idea si: el mínimo exento es suficientemente alto (1 millón de euros), para asegurar su impacto redistributivo; su ámbito territorial es extenso (mejor un IP europeo que español), para prevenir el fraude fiscal y la fuga de capitales; no se establecen beneficios fiscales injustificados; y si los métodos de valoración están diseñados para reflejar el verdadero valor de mercado, a fin de evitar discriminaciones entre los contribuentes.”
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