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Arquitectura e Infraestructura x Tributación Digital (Irigaray)

Arquitectura e Infraestructura como cimientos de la Tributación Digital por Martín Irigaray publicado por CIAT (5/2020).

 

 

“La dirección de la estrategia informática en una Institución de impuestos presenta desafíos profesionales como pocos otros ambientes de trabajo pueden ofrecer.

Sus soluciones informáticas tienen un público objetivo de miles de usuarios, y en países de mediano tamaño se cuentan en millones de usuarios.

Por si esto fuera poco, podemos mencionar todo un conjunto de características que hacen del funcionamiento de estos sistemas, verdaderas pruebas de planificación, diseño y ejecución.

Fechas de vencimiento para operaciones periódicas. Los contribuyentes deben realizar sus declaraciones juradas antes de dichas fechas o seguramente tendrán consecuencias en la forma de moras y multas. Una mala respuesta de los sistemas informáticos en esas fechas provocará reacciones de desaprobación.

Desde hace unos años a esta parte, la mayoría de los países se han embarcado en proyectos de factura virtual. Se trata de recepción y emisión de documentos en tiempo real, y donde toda demora, afecta el universo de actividades económicas que se están desarrollando en el país.

Muchas veces se piensa en los sistemas de puertas hacia afuera de la institución, olvidando que también se debe dar soporte a las tareas diarias de una organización de gran tamaño. Recursos humanos, Cobranzas, Fiscalización, entre muchos otros.

De los puntos anteriores se deduce que manejamos grandes volúmenes de información. Los mismos describen en detalle la actividad económica de todo un país. Tan importante como la captura de esta información, es el uso que le daremos. La identificación de patrones y áreas de interés ayudará a definir las políticas económicas del país.

Al leer sobre estas características seguramente nos vendrán a la mente charlas, artículos y documentos técnicos de los últimos años con temas recurrentes sobre Micro servicios, Big Data, Escalabilidad y computación en la nube.

¿Son estos la solución para los requerimientos de una Administración Tributaria?  Sin dudas son excelentes herramientas que pueden ser usadas para cumplir con los objetivos mencionados, pero como toda herramienta, su uso se aplica a problemas específicos y se deben tomar un conjunto de medidas para que su eficiencia y efectividad sea máxima.

Cada realidad implica un conjunto de acciones y tecnologías por aplicar que deben ser seleccionadas. Se debe conocer y manejar sus virtudes y defectos para poder seleccionar la mejor solución para cada situación.

Arquitectura

El primer objetivo que enfrentamos en toda administración, es mejorar la atención al contribuyente por medios digitales. Hace 10 años, el desafío era que los contribuyentes utilizaran medios digitales, hoy día, el desafío es que todos los usan.

Nos interesa brindar la mayor cantidad de servicios posibles, y al mayor número de contribuyentes. Es natural que nuestros requerimientos crezcan, el tráfico de información y la necesidad de procesamiento también. Al principio podemos ir acompañando este crecimiento con la mejora de nuestros equipos informáticos. Servidores más potentes usando conexiones a Internet cada vez más rápidas sin duda mejoran el rendimiento de nuestros sistemas.

Pero llegará un momento donde las mejoras no serán significativas, y la actualización de nuestro equipo implique un gasto importante que no podrá justificarse con los resultados obtenidos. Sumemos a esto, el cómo hacemos esta mejora. En un escenario ideal podemos mejorar sin necesidad de interrupciones en el servicio brindado, pero el caso es que estas mejoras de equipo, muchas veces requieren suspender operaciones por el tiempo que consume la operación de actualización.

¿Cómo llegamos a este problema?, ¿qué podemos hacer para no caer en él?

Debemos identificar y reconocer el rol primordial que cumple la Arquitectura de nuestros sistemas. Un sistema bien diseñado permite su expansión y la mejor utilización de los recursos disponibles. Es el componente invisible que nos asegura que hará el mejor uso del equipamiento disponible.

La primera sección del Capítulo 12 tiene por objetivo presentarnos modelos de arquitectura que buscan producir sistemas de alta calidad, preparados para afrontar el paso del tiempo y el aumento de demanda por parte de sus usuarios.

Escalabilidad

Lo hemos logrado. Nuestro sistema se ejecuta correctamente, sus tiempos de respuesta son los esperados, los contribuyentes lo agradecen y nuestra gestión mejora.

Pero la coyuntura política y económica nacional lleva a modificaciones en las regulaciones, para coincidir las fechas de vencimiento de presentación de Declaraciones Juradas, Declaraciones Informativas y Recepción de pagos. O quizás la identificación de nuevos contribuyentes o nuevos criterios a su respecto, hacen que su número aumente, y por cada contribuyente, un nuevo usuario.

¿Podremos hacer frente a este aumento en la demanda y mantener los niveles de respuesta?

La búsqueda de esta respuesta nos lleva al concepto de escalabilidad de los sistemas, se presentará su definición, así como sus variantes.

Abordamos este tema por el caso extremo de aumentos inesperados en la demanda por parte de los usuarios. Pero recuerdan mencionamos que la característica tributaria lleva a tener fechas dentro del período donde los vencimientos de obligaciones hacen que el uso de sus sistemas aumente. Por ende, a priori tendremos que adquirir equipos informáticos tan potentes como para responder al día de mayor demanda del período.  ¿Y el resto del tiempo? ¿Nuestro equipamiento quedará ocioso? Sería ideal poder utilizarlo en esas fechas para dar apoyo a otros sistemas.

Se presentan en el capítulo los conceptos de escalabilidad donde su objetivo no es solamente crecer con la demanda, sino permitir ajustarse a ésta, aún en casos donde signifique reducir su tamaño.

Interoperación

Nos hemos concentrado en nuestro Sistema Tributario de atención al Contribuyente y revisado la importancia de su Arquitectura y Diseño. Esto nos permite escalarlo de acuerdo a las demandas de usuario y brindar un buen servicio.

Pero la Administración brinda variedad de servicios, muchos para ejecución de sus funcionarios, recordemos las áreas de Cobranza, Fiscalización, Sumarios. Incluso para los contribuyentes se brindan variedad de servicios; es natural que el sistema de Facturación electrónica sea independiente del sistema de Gestión Tributaria.

Aplicando los conceptos a sus arquitecturas podremos hacer que cada sistema sea eficiente.

Pero tenemos otras situaciones por resolver:

Paquetes de software adquiridos a terceros, con su propia estructura y datos.

Sistemas propios desarrollados tiempo atrás con otros lenguajes y arquitecturas.

Uso de la información en sistemas de Análisis de Datos (BI, Big Data) para análisis gerenciales y de resultados de gestión.

Todos estos sistemas comparten conceptos únicos, por ejemplo, la identificación del Contribuyente, sus datos de Registro, su cumplimiento tributario, sus declaraciones juradas. Seguramente lo usen con enfoques particulares para su cometido, pero mucha de su información es compartida.

Por esto buscamos soluciones para lograr que:

Los sistemas puedan compartir entre sí la información que cada uno posee.

No duplicar un mismo dato, entre varios sistemas. En el sentido de evitar producir incoherencias donde un sistema tiene un valor para cierta información y encontramos que otro sistema almacena algo distinto.

Se presentan diversas soluciones que vienen siendo aplicadas a lo largo del tiempo para cumplir estos objetivos, como Enterprise Service Bus (ESB), Service-Oriented Architecture (SOA), el uso de esta información en herramientas de BI y Big Data, hasta culminar en una evolución de todos estos conceptos, con el nombre de Administración de Datos Maestros.

Gobernanza de Datos

Desde hace años venimos participando la explosión de la era digital o era de la información. Lo que comenzó como un registro de contribuyentes y sus actividades económicas, fue sumando nuevas áreas de información.

Paulatinamente, fuimos solicitando y recibiendo de los contribuyentes más información sobre su gestión. Declaraciones juradas, información detallada sobre transacciones realizadas, estados financieros, reportes de resultados, hasta llegar hoy día a virtualizar la emisión de facturas y tener en tiempo real un mapa de las transacciones que se realizan en todo el país, en todo momento. La búsqueda de información no se queda allí, sino que se expande hacia la colaboración entre instituciones públicas y privadas. Tratados internacionales amplían aún más los horizontes, y pasamos a tener fuentes de información del mundo entero.

Pero tener más información, muchas veces no se traduce en tener más conocimiento. Precisamos un proceso para transformar toda la información que recibimos o tenemos al alcance, en conocimiento que nos haga realizar mejor nuestras tareas.

Algo similar pasa en las instituciones. Se tienen volúmenes inmensos de información, pero eso no significa que automáticamente su gestión mejorará:

¿Es buena la calidad de la información?

¿Está llegando dicha información en un formato entendible y fácil de usar a las áreas involucradas?

¿Se tiene claro el potencial de la información que se posee? Que puedo lograr y que procesos puedo mejorar con la misma.

¿Lo estoy haciendo de forma correcta como Institución? ¿Tengo la capacidad de analizar mi situación y determinar debilidades y fortalezas de mi gestión de información?

Como verán nuestras interrogantes nos han llevado de menos a más, desde análisis más puntuales, hasta llegar a dudas existenciales que harían temblar al más templado de los filósofos.

Por fortuna este análisis ha recibido mucha atención en los últimos tiempos, y se ha desarrollado un modelo de madurez que es presentado en el libro bajo el nombre de Gobernanza de Datos.

Este modelo nos ayudará a respondernos estas preguntas y hacer el mejor uso de los grandes volúmenes de información con los que se cuenta.

Hardware, Redes y Nube

Finalmente, todos los sistemas deben ejecutarse sobre equipos informáticos que procesarán las instrucciones solicitadas, guardan o recuperan información de algún sitio de almacenamiento y lo comunican a los dispositivos de los usuarios, mediante redes de datos responsables de transmitir el mensaje de forma rápida y confiable.

Lo que antes era una clara separación de áreas de conocimiento, como hardware y software, cada vez tiene más en común y sus fronteras se entremezclan en soluciones híbridas. El hardware moderno tiene cada vez más software para definir las condiciones de su ejecución y el tipo de procesamiento que debe realizar.

Una de las primeras revoluciones en el uso de software en el hardware ha sido el concepto de virtualización. Un único equipo físico se divide en uno o más servidores virtuales, cada cual con un sub-conjunto de las capacidades del servidor físico original y la posibilidad de ejecutar un sistema operativo y los servicios instalados de forma independiente. ¿Recuerdan mencionamos antes situaciones donde se producen altas demandas de recursos en momentos especiales, y debíamos preparar nuestro hardware, con más memoria, procesador o disco? Implementar estas mejoras implica trabajar físicamente sobre el equipo, abrirlo e instalar los componentes, muchas veces con la necesidad de apagarlo completamente el tiempo que demore la operación. La virtualización nos ofrece convertirnos en verdaderos estrategas, y en algo similar a un juego de mesa, distribuir recursos según nuestras necesidades. Aumentar o disminuir un recurso mediante la edición de una configuración de software, y ver sus resultados de forma inmediata.

Ahora que nos iniciamos en dividir un equipo físico, en muchos equipos virtuales, ¿estamos aprovechando al máximo sus capacidades físicas? Ejecutar un sistema operativo por cada una de estas instancias, parece ser una sobrecarga. Sabemos que un sistema operativo tiene a su cargo muchas otras tareas rutinarias aparte de la ejecución de sistemas. Nace así el concepto de contenedores, sistemas que se ejecutan de forma independiente, compartiendo una sola instancia de sistema operativo que los coordina.

Continuando este camino de virtualización que venimos recorriendo, y llegamos a la siguiente evolución del concepto: La Nube.

Nos alejamos del manejo físico de los recursos informáticos, para transformarnos en administradores de recursos y su configuración. La nube nos ofrece dejar atrás el trabajo de instalación y mantenimiento de los equipos fiscos.

Todas estas alternativas son presentadas en la parte final del capítulo 12, junto con la presentación de arquitecturas recomendadas para ejecución de sistemas de alto desempeño.

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Anexos

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